Por: Redacción EL OBSERVADOR
El ciclista colombiano Egan Bernal elevó a lo más alto el orgullo colombiano tras obtener la victoria en el Giro de Italia, el pasado domingo 30 de mayo. Bernal lideró al equipo británico Ineos en una gesta que lo convierte en leyenda.
Coequipero de lujo
Destacada también fue la actuación del alfil de Egan Bernal, su coequipero nacido en Soacha, Daniel Felipe Martínez (quinto en la general), gregario de lujo que salvó en dos ocasiones al campeón, cuando parecía que las piernas del zipaquireño se quedaban sin energía.
Uno de los mayores logros de Bernal, fue unir en alegría a un polarizado país que vive desde el pasado 28 de abril una serie de manifestaciones sociales, de la que no se vislumbra una salida próxima y ello ocurre durante el tercer pico de pandemia por el Covid 19, que deja más de 500 muertes diarias en el territorio nacional.
Celebración a 180 metros bajo tierra
El pasado viernes 04 de junio, un comunicado de prensa del Ineos-Grenadier dio a conocer que el campeón y su novia, la médica veterinaria, María Fernanda Motas, dieron positivo a coronavirus, en una prueba PCR exigida para su vuelo de regreso a Colombia. El pasado 14 de junio informó en sus redes sociales que ambos habían superado el virus.
El sábado 19 de junio, el ciclista sostenía con una gran sonrisa el tradicional trofeo Senza fine, que lo acredita como el ganador del Giro de Italia, acompañado de un grupo de cerca mil coterráneos: niños de las escuelas deportivas del municipio, personalidades varias, periodistas y, por supuesto, sus padres, Germán Bernal y Flor Gómez.
Una postal para no olvidar: las tres naves de la Catedral de Sal, el Nártex (obra compuesta por una serie de paralelepípedos tallados en sal) y las 14 estaciones del Viacrucis vestidas de rosa, iluminaron por varias horas a Egan Bernal.