La comunidad esta presta a oír a exalcaldes, exconcejales, alcalde en ejercicio, concejales activos y demás intervinientes encargados de postular inmuebles para ser declarados Bienes de Interés Cultural para que expliquen el por qué Cajicá esta huérfana de BIC.
No lo hicieron, no se está haciendo, pero si se declaran defensores acérrimos del patrimonio. Hoy no cuentan con protección patrimonial Montepincio, Hacienda Fagua, Casa Bolonia o el antiguo Centro de salud, entre tantos. Su destino, desaparecer en poco tiempo como símbolos cajiqueños, esto sin contar con lo que sucede también en fauna y flora.
Es verdaderamente vergonzoso que Cajicá no cuente con un solo BIC, pero, más vergonzoso que concejales en ejercicio no sepan que esto sucede en su municipio. Hace unos días asistí como invitado a una reunión ordinaria de la Comisión Segunda, encargada del patrimonio, en la que el tema fue la viabilidad de rescatar el primer centro de salud de Colombia, de Cundinamarca o de Cajicá, según quien lo diga. Expuestos y escuchados los argumentos técnicos presentados por funcionarios municipales sobre inestabilidad estructural, arquitectura lejos de los estándares exigidos para la continuidad como centro de salud u oficinas, los concejales de la comisión presentes e invitados, intervenimos: unánimemente conceptuamos que lo mejor es demoler la parte más deteriorada, recuperar lo que está en mejor estado y poner en el lugar algo que recuerde lo que allí existió.
Si bien es cierto los argumentos técnicos fueron contundentes, las explicaciones legales basadas en la norma y el Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) acabaron con toda posibilidad de conservación. ¿Por qué?, pues sencillamente el inmueble no cuenta con protección legal para su conservación, hecho que sorprendió a concejales e invitados presentes. Por comentarios de algunos concejales, varios creen que Montepincio, Hacienda Fagua, Casa Bolonia y bienes similares son BIC. Pero hay que decirlo de manera clara: señores concejales y comunidad, Cajicá no cuenta con ningún BIC.
Alcaldes, concejales y ciudadanía le han dado la espalda a los bienes patrimoniales del territorio llamado CAJICÁ. Los bienes patrimoniales no son solo arquitectónicos y naturales, tenemos otros como lenguas, tradición oral, cultura culinaria, técnicas y tradiciones asociadas a la fabricación de objetos artesanales, artes populares, por nombrar algunos.
Hemos perdido el patrimonio por falta de apropiación social, prueba de ello es que hasta hace cuatro años Cajicá no contaba con defensores del patrimonio. Hoy existe una Veeduría de Patrimonio Cultural y Natural de Cajicá, integrada en su 99% por nuevos ciudadanos cajiqueños, es decir, que no superamos los 10 años de residencia en el municipio. Como causas principales de la pérdida patrimonial, además de la falta de apropiación, tenemos insuficiencia técnica, desconocimiento de la normatividad, falta de inventario patrimonial, no hay mantenimiento ni acciones preventivas, y vandalismo.
No obstante, tanta pérdida patrimonial, hay mucho por salvar, pero para ello es necesario la apropiación social y el interés gubernamental en cabeza del alcalde, concejales, secretarios de despacho y directores de entidades directamente relacionadas con el tema.