La cocina de Andrés Camilo Castro y Eliana Rátiva llega a Cajicá con una propuesta que desborda los límites de la comida rápida y la parrilla, creando experiencias acogedoras, diversas e innovadoras. Esta es la historia de Terracota food.
EPISODIO 1:
CUANDO SE APAGA UN FOGÓN, SE ABRE UNA PUERTA
Terracota Food nace el 11 de julio del año pasado en plena pandemia y cuando la incertidumbre alcanzaba su punto más alto, grandes, medianas y pequeñas empresas cerraron sus puertas. El restaurante en el que laboraba Andrés Camilo, apagó sus fogones de forma repentina y así comenzó la búsqueda de nuevas oportunidades.
La pareja encontró en la modalidad de “cocina oculta” un primer gran aliado para continuar con su recorrido. Según lo reportado por la revista especializada “Portafolio” en 2020, el 45% de servicios de comida fueron domicilios. Esta tendencia resultó beneficiosa para muchos empresarios y emprendedores del sector gastronómico no fue ajena al nuevo proyecto de Camilo y Eliana. Entregando sus platos a domicilio, que incluían hamburguesas con preparaciones que parecían más de “slow food” hechas con amor y cuidado por cada uno de sus ingredientes y el balance delicado de sus sabores; los tan anhelados clientes comenzaron a llegar.
EPISODIO 2: UN NUEVO COMIENZO
Cuando las restricciones comenzaron a disminuir, lo hicieron también los servicios de domicilio. Así que el proyecto hizo una pausa en octubre del 2020, con el anhelo de realizar una espectacular reapertura. 21 de agosto de 2021: en un local decorado al estilo rústico-industrial se abre un nuevo capítulo para Terracota Food, esta vez listo para la presencialidad.
EPISODIO 3: DE GUERREROS Y HERMANDADES
Terracota, del italiano “tierra cocida”, hace referencia a la arcilla común modelada con un característico tono rojizo. Un color que le gusta tanto a Eliana como a Andrés. Pero también, encuentran cautivadora la historia de los 8000 soldados- y algunos de sus caballos- hechos de este material y que resguardan la tumba del emperador Qin Shi Huang. “Ningún guerrero es igual siempre hay un detalle que los hace únicos, así es nuestro restaurante” comenta el chef zipaquireño. Aunque existen otros sitios para comer hamburguesas o parrilla, estos “guerreros de la gastronomía” ponen en prácticas sus más de 11 años de experiencia en el ramo de alimentos y bebidas en cada uno de los platos del menú. Productos cien por ciento artesanales, amigables con el medio ambiente, bajo la premisa de comer sano.
Entre sus platos recomendados, sin duda se encuentra el jugoso T Bone steak, la punta de anca de cerdo- corte poco común en la oferta actual-, churrasco madurado, solomito de cerdo bañado por una deliciosa salsa de manzana braseada, pierna pernil deshuesado a la parrilla con una presentación única y hamburguesas como la terrabacon y la terrapollo. “Es un sueño hecho realidad donde nuestro sacrificio y entrega está en cada plato que servimos”, menciona Castro.
Esta travesía, cuenta con el apoyo de Juan Carlos Verano y Carolina Rivera Díaz, creadores del restaurante La Toscana, fuerte referente de la cocina italiana en Cajicá, socios en esta hermandad gastronómica que sueña en grande.