Tremendo espectáculo fue el que se evidencío durante la visita del presidente de la República, Iván Duque, a la isla de Providencia para supervisar los trabajos de reconstrucción de la comunidad arrasada en noviembre del 2020 por el huracán Iota.
Mientras en los grandes medios se mostraba una puesta en escena, limpia y perfecta, con tomas dignas de reality show, siguiendo los pasos del mandatario - recorridos por obras educativas, avances en vacunación y entrega de viviendas -, las redes sociales y los noticieros independientes dejaron ver como se pretendió maquillar la dura realidad que vive la isla.
En su visita, Duque se mostró esquivo. Las "imprecisiones" no se hicieron esperar, aseverando que el 100% de las viviendas habían sido reparadas y Susana Correa, directora del Departamento para la Prosperidad Social, tuvo que corregir al mandatario de inmediato y precisar que hasta el mes de julio las terminarían.
La escena se dio de la siguiente forma:
Duque: - "Para mi Providencia es un reto personal en todo el sentido de la palabra. Hemos tenido que enfrentar muchas dificultades, pero miren, hay cosas que son importantes decirlas ya: hemos llegado al 100% de las viviendas reparadas. Tenemos el reto de avanzar con velocidad en las viviendas nuevas, hemos tenido retrasos; hay que reconocerlo".
Hizo un pausa y prosiguió con un aire de orgullo:
"Nosotros ya hemos entregado el 100% de las viviendas reparadas, era nuestra meta ¿no, Susana?
Susana Correa "presidente, en julio terminamos".
Después de este diálogo, que parece salido de un guión de Eugene Ionesco o Samuel Beckett, máximos autores del teatro del absurdo, el mandatario efectúa otro acto, pero esta vez de escapismo.
El enorme despliegue de seguridad utilizado por el mandatario impidió que la comunidad se acercará e hiciera llegar a sus comentarios sobre los retrasos en las obras y, sobre todo, las vicisitudes que están experimentando durante siete meses de estar lejos de sus hogares, habitar carpas incómodas y reducidas, sin servicios públicos ni agua potable.
Los habitantes de la isla, molestos por el desplante, decidieron ubicarse en la entrada del aeropuerto para retener al Presidente e interpelarlo. Pese a esto, el mandatario jamás se acercó al grupo de ciudadanos.
Y prosiguiendo con esta obra, ya con tintes de tragedia, una habitante grito indignada: "¡Todo lo que está pasando aquí es puro maquillaje!".
El gobernador y el alcalde de Providencia asumieron el papel de intermediarios, intentando apaciguar los ánimos de las personas que se encontraban en El Embrujo (aeropuerto de la isla). Mientras los mandatarios locales hablaban con la comunidad, el Presidente realizó su acto de salida en esta bochornosa obra, donde no consiguió ovación alguna.
No es un hecho aislado que los datos de la nueva encuesta de Pulso País realizada por la firma Datexco S.A., entre el 4 y el 17 de junio de 2021, revelan que le Presidente tiene una imagen desfavorable del 74%, mientras que su favorabilidad es solo del 20%. Aunque Duque sea un hombre que gusta del espectáculo, el glamour y el show business, aún está lejos de recibir 40 millones de aplausos