La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO) destaca dos cualidades de los maestros en la pandemia: innovadores y resilientes. En Colombia, las brechas de desigualdad se han hecho evidentes con la llegada de las clases virtuales, y la transición al modelo de alternancia revela falencias al interior de varias instituciones educativas, desde La Guajira hasta Cundinamarca. EL OBSERVADOR habló con algunas docentes, quienes nos comparten sus experiencias y retos. A todos los maestros y maestras ¡Felicidades!
Hilda Solano
Mayabangloma-Guajira
A veces me he sentido triste. Si bien tengo a mis “nietecitos”, me hacen falta mis niños; usualmente eran 12 quienes llenaban este lugar de alegría.
Ha sido difícil desde la pandemia, aquí la virtualidad en el sentido tradicional no existe. Funcionamos con datos en el celular, WhatsApp es nuestro Zoom. Hay papitos que se quedaron sin trabajo y no tienen para una recarga o un celular, así que les obsequiamos fotocopias o las llevamos hasta sus casas.
Algunos de ellos no saben leer ni escribir y son quienes deben apoyar con las guías a los pequeños, en el resguardo tampoco contamos con una biblioteca o ludoteca para consulta; todo es un reto.
El posible anuncio de presencialidad también nos preocupa un poco, ya que no contamos con agua para que los niños se laven las manos y hay profesores que tenemos enfermedades prevalentes. Sin embargo, los extrañamos mucho y seguiremos trabajando para ellos.
Deisy Bohórquez y Yeimy Martínez
La Vega, Cundinamarca
Deisy: Uno de los mayores retos es el manejo de herramientas digitales, la educación totalmente virtual nos ha llevado a buscar mil y una estrategias para interactuar entre todos. Algunos profesores y estudiantes vivimos en zonas rurales, el Internet falla en ocasiones, igual que la energía o a veces son los fuertes aguaceros los que nos impiden conectarnos. De esta experiencia, me da mucha alegría poder ver a mis estudiantes de primaria adaptarse a nuevos retos, así como tener tantas evidencias en fotografías y en video de nuestro arduo trabajo en equipo.
Yeimy: El mayor reto es que de un día para otro cambié mi casa por el aula de clase y, asimismo, equiparnos adecuadamente de herramientas tecnológicas. Movernos con soltura en tierras desconocidas. Usar la tecnología para mantener el lazo con los padres, los niños y las niñas y asegurar procesos académicos y convivenciales exitosos. Extraño la interacción con mis niños, sus carticas, abrazos, poder jugar en el recreo, hablar y escucharlos. Aunque ahora ya nos hemos acostumbrado a tener estos lazos en el ciberespacio.
Sandra Camila Rodríguez
Chía
Para los profesores de cierto rango de edad fue un poco más difícil de adaptarnos a esta nueva realidad, en muchas ocasiones se nos dijo que la tecnología era solo para profesores de sistemas y para los docentes más jóvenes; no obstante, la educación virtual, más que una amenaza, ha sido una oportunidad para acercarnos a las nuevas tecnologías, sentirnos vigentes y conectarnos con nuestros estudiantes en nuevos espacios.