Jovenel Moïse fue asesinado en la madrugada del 7 de julio, en medio de rumores de golpe de Estado y fuertes amenazas contra su integridad. El outsider Moïse dirigía un país sumido en el caos político y económico.
“Hacer un seguimiento personal a los miembros retirados de las fuerzas militares, sería una violación a la privacidad y prácticamente imposible seguir al detalle sus pasos, una vez retirados de las instituciones militares”, afirmó en declaraciones a EL OBSERVADOR, el coronel John Marulanda, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE). Refiriéndose a los acontecimientos ocurridos a comienzo de julio en Haití, cuando fue sacrificado el presidente de ese país caribeño, Jovenel Moïse, el interrogado expresó que los militares retirados colombianos no son asesinos, ni sicarios, son hombres expertos en seguridad y defensa, reconocidos a nivel mundial. “Este hecho de Haití agregó, de comprobarse, ya que ellos tienen todavía el derecho a la duda, sería realmente algo grave, aunque ninguno de los presuntamente implicados, es miembro de ACORE”.
EL OBSERVADOR: Señor coronel, los militares en retiro han demostrado buena conducta, por qué cree que ahora se presentan hechos en contra de ese proceder.
John Marulanda: Los motivos que puedan llevar a personas como estas a involucrarse en un hecho tan deleznable, como es un magnicidio, en realidad obedecen más que todo a condiciones personales, que institucionales. Por el contrario, la institución siempre mantiene un modelo de formación y de conducta impecable como lo pueden atestiguar en más de 10 países en los cuales tenemos militares retirados en este momento, trabajando como consultores contratistas. En cuanto a los motivos, muchos factores pueden influir, como el económico, la responsabilidad ética, presiones de otro tipo, pero en ningún caso un factor que se pueda decir que lleve los hombres y mujeres de la institución a comportarse de esa manera.
E.O.: ¿A qué actividad se dedican los militares en retiro?
J.M.: Los militares se retiran en cualquier grado y hacen de su vida lo que consideren más oportuno. Le aclaro que no solamente se retiran a trabajar en asuntos de seguridad. Tenemos ilustres abogados, muchos catedráticos, empresarios médicos, ingenieros, parlamentarios y en muchas otras profesiones. Seguirles el rastro a ellos es casi imposible, ya que al año salen de la institución entre 10 mil y 13 mil hombres.
E. O.: Los hechos registrados en Haití, con presunta participación de militares retirados, afectan la buena imagen que la opinión pública ha mantenido de las Fuerzas Militares.
J.M.: Lo de Haití, de confirmarse, porque todavía se les da el beneficio de la duda, sería el primer caso, no de actividad de mercenarios, sino de crimen organizado, porque hay mucho por descubrirse todavía en ese caso y si agregamos lo que acaba de denunciar la Fiscalía, la participación de un capitán retirado, en el atentado contra del Presidente de la República, en Cúcuta, lo único que queda es averiguar, qué está pasando, qué sucede, porque eso nunca lo habíamos tenido en Colombia. De comprobarse tales hechos, nos avergonzaría y nos pone en grave pena.