Mucho se ha dicho y se dirá que la seguridad ciudadana, entendida como la acción integrada que desarrolla el Estado para asegurar la convivencia, el desarrollo pacífico y la erradicación de la violencia, nunca podrá surtir efecto sin la colaboración de la sociedad civil organizada que se preocupa por el interés público. En este sentido, las personas de a pie, las autoridades administrativas, el personal de Policía y del Ejército, la comunidad organizada, los políticos y los medios de información no podemos sentirnos excluidos de la búsqueda de soluciones integrales tanto preventivas como disuasivas y reactivas en relación con las situaciones de violencia, delincuencia e inseguridad. De ahí que es fundamental que se nos posibilite la participación de todos ¡todos! en el diseño de programas viables e integrales de prevención del delito y promoción de la convivencia.
El razonamiento anterior, dada la reciente inauguración de la Región Metropolitana de Policía de la Sabana para hacer frente a la creciente ola de inseguridad en los municipios de la Sabana de Bogotá y en la capital del país. La ceremonia contó con la presencia de los alcaldes municipales del área metropolitana, del gobierno nacional y departamental, de la alcaldía mayor de Bogotá y de la dirección general de la Policía Nacional.
Bienvenida la conformación de aquel organismo, pues se hacía urgente la puesta en marcha de estrategias musculosas para combatir y disminuir los niveles de inseguridad y violencia, pues los mecanismos puestos en marcha hasta ahora con tal fin no han dado los resultados esperados y poco se ha hecho por desarrollar variadas ideas para abordarlas. Por eso enfatizamos que es fundamental la participación de todos ¡todos! en tan importante tarea.
Sabana Centro no puede caer en manos de la delincuencia, como infortunadamente han caído otras regiones tan prósperas en Colombia, nuestra región tiene una condición distinta al 95 por ciento de las demás superficies del país, debido a que conformamos el corredor norte más cercano a la capital de Colombia, una de las ciudades más grandes de Latinoamérica, con una incidencia económica, social y multicultural muy fuerte, que llega y transciende desde la capital hacia los 11 municipios de Sabana Centro.
En EL OBSERVADOR llamamos a celebrar que se anuncie y pretenda que ese nuevo cuerpo de policía sea el más grande del país conformado por cuatro unidades: Metropolitana de Bogotá, de Soacha, Comando Especial de Sabana Norte y de Occidente. Que estará integrada por 19.962 uniformados, de los cuales 781 estarán en la Metropolitana de Soacha, 17.960 en la Metropolitana de Bogotá, 674 del Comando Especial de Policía norte y 547 del Comando Especial de occidente. Y que se anuncie la dotación de más herramientas tecnológicas al servicio de la seguridad de los municipios, representadas en un importante número de cámaras de seguridad.
Pero no hay que olvidar que, para lograr éxito en estas implementaciones en personal y en infraestructura, hay que alentar la participación ciudadana en el ámbito de la seguridad, pues en opinión de los expertos, “de acuerdo con las particularidades de los problemas que se pretenden solucionar y conforme a las características de las poblaciones afectadas por la inseguridad, la participación ciudadana es uno de los aspectos más complicados. La cooperación de la sociedad con la función policial por medio de su permanente participación en diversas y creativas prácticas de prevención y control del delito, es una estrategia que contribuye a generar y mantener las condiciones de tranquilidad y seguridad”.
En efecto, ¿quién conoce mejor la problemática de su localidad que los propios habitantes y vecinos?
De manera que hay que trabajar duro en promover el interés de la misma comunidad, hacerla parte de las soluciones para mejorar la seguridad de la región, y que contribuya de manera provechosa a la implementación de políticas de prevención y de seguridad ciudadana, a través de un largo, amplio y participativo proceso que genere opciones de política pública, venidas de la integración de la investigación con la acción y de la academia con la política, para resolver las variadas disociaciones que tanto mal han hecho en otras regiones de la geografía colombiana.