CAFÉ CON EL DIRECTOR
Nadia Consuelo Sánchez Gómez, como es su nombre de pila, es hija de un matrimonio de profesores. Hernán, un experimentado maestro de matemáticas, y Esmeralda, que también ayudó a formar varias generaciones en colegios de Cajicá. Su familia tiene estrechos vínculos con el sector educativo del municipio.
Es administradora de empresas egresada de la Universidad Javeriana, profesión que le ha servido de plataforma para cumplir distintos roles desde la Fundación She Is, a la que le dio vida en el año 2016. Ha recorrido el mundo hablando como líder social y conferencista de temas relacionados con derechos humanos, equidad y género, paz, emprendimiento y pobreza. A partir de su historia de vida y a la de su hermano Hernán, se propuso construir país desde su mirada de mujer.
Nadia tiene como principio en su obra social, que despliega por 7 países de Latinoamérica, ‘hacer posible lo imposible’. Y ostenta espíritu de mujer transformadora a través de la educación.
EL OBSERVADOR: ¿Qué representa la Fundación She Is para las mujeres y las niñas que quieren superar su condición de vulnerabilidad?
Nadia Sánchez: es una de las organizaciones con mayor impacto en América Latina. Eso se debe a su trabajo para brindar esperanza, oportunidades y acceso a la educación de calidad para que las mujeres y niñas puedan salir de la extrema vulnerabilidad. Ellas cuando se les pregunta por la fundación dicen que representa esperanza y oportunidad.
El Observador: ¿Siendo la líder de la fundación cómo conjuga esas dos palabras?
Nadia Sánchez: hace 8 años cuando fundé la organización el propósito era llegar a la Colombia profunda. Llevar a las madres que lo habían perdido todo y a las niñas que no veían posibilidades de salir adelante, precisamente esperanza para cambiar sus vidas. Y al tener esperanza les sirva como motor para salir de sus condiciones y abrir oportunidades de acceso para cambiar la realidad que vivieron en esas regiones hostiles y superar las trampas de la pobreza.
El Observador: ¿El enfoque es población en pobreza y víctimas de la violencia?
Nadia Sánchez: el objetivo de la fundación son mujeres y niñas. Históricamente ha existido una brecha gigante que impide que las mujeres accedan a puestos de dirección, al mercado laboral y a educación. El principal esfuerzo que tenemos en terreno son mujeres víctimas del conflicto armado y niñas víctimas de violencia basadas en género.
El Observador: ¿Cómo es que una administradora de empresas anda por el mundo hablando de conflicto armado, de pobreza, de ir a la NASA, de derechos humanos?
Nadia Sánchez: (Risas) Se necesita ser una excelente administradora para administrar bien el propósito y el objetivo de la fundación. Por el mundo he contado mi historia de vida y de lo hecho por la fundación. Hoy somos ejemplo de cómo hemos construido paz a través de la educación, la ciencia y la tecnología. Y de como tantas mujeres han salido de la pobreza. La administración es la mejor forma de liderar esta fundación que está hoy en siete países (Perú, Costa Rica, Panamá, Ecuador, República Dominicana, Estados Unidos y Colombia).
El Observador: ¿Cuáles son las líneas de trabajo de la Fundación She Is?
Nadia Sánchez: son cuatro. La primera es “Ella es Esmeralda,”, que se trabaja solo con mujeres entre 18 y 62 años, víctimas del conflicto y en extrema vulnerabilidad, y tiene tres ejes: empleabilidad y emprendimiento; proyectos de innovación; construcción de paz, y propósitos de vida. La segunda es “Ella es astronauta”, que nace de la necesidad de que las niñas no repitan situaciones de vulnerabilidad. Cubre de 11 y 17 años, y es cuando la fundación firma por primera vez un convenio con la NASA en 2019 para desarrollar el programa de habla hispana STEAM. Busca que haya más mujeres científicas, que con educación transformen el entorno. Y la tercera, es el She Is Global Forum, el más grande de Latinoamérica, que moviliza miles de personas para hablar del tema de equidad de género.
El Observador: ¿Qué papel han jugado sus padres? Dos profesores muy conocidos en Cajicá.
Nadia Sánchez: absolutamente todo. Tengo la fortuna de contar con u nos padres que no me limitaron. Mi papá siempre me impulsó a que hiciera lo que quisiera y que no tuviera límites. Tienen una historia de resiliencia de cómo sobrevivimos después de difíciles problemas de salud. Mi hermano con 37 cirugías salió adelante y está vivo con 37 años; hoy es abogado especialista en infancia. Igualmente me pasó a mí y sobrevivimos. Como docentes tienen un principio que es ‘enseñar para la vida’. Mi mamá me decía que donde hay una máquina no hay hambre, porque con la máquina se consigue para el pan de la casa. Crecí viéndola coser día y noche para sacarnos adelante. Son la inspiración y la guía de este trabajo.
El Observador: ¿Cuál es el impacto hasta hoy de la fundación?
Nadia Sánchez: llevamos en este tiempo 17.500 mujeres directamente y 715 niñas. Tenemos cuatro centros de empoderamiento construidos en zonas neurálgicas como Arauquita y Putumayo. Me he recorrido todo el país y he vivido la realidad de frente: me sacaron de un paro armado, me han amenazado, me tiraron una granada en los pies y he vivido la zozobra de miles de mujeres en el país. Por fortuna logran salir de la pobreza y construyen un nuevo imaginario para sus vidas. Es el mejorar pago a la labor que hacemos. Es el mejor pago a la labor que hacemos.
El Observador: ¿A quién representa la voz de Nadia Sánchez?
Nadia Sánchez: a las mujeres y a las niñas que no tienen voz, a las que son invisibles para hacerlas visibles ante la sociedad.
El Observador: se ha ganado el premio Cafam a la Mujer 2024 con todos los méritos. ¿Cuál es la apuesta a futuro de la fundación She Is?
Nadia Sánchez: este es un reconocimiento que se convierte en un nuevo aliento para que en Colombia sepan lo que estamos haciendo, ya que nos conocen mucho por fuera del país. El premio es un trampolín para evidenciar el trabajo que estamos haciendo para construir un mejor país, un país en paz. La Fundación She Is es una organización que busca conectar los emprendimientos de mujeres a las cadenas globales de valor.
El Observador: el expresidente de EE.UU. Barack Obama es una persona muy importante en su vida…
Nadia Sánchez: claro que sí. Luego de ser rechazado mi proyecto social por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde trabajaba en un tema económico, una amiga me dice que lo presente al programa Emprendedoras Emergentes de la Casa Blanca. En 2015 viajamos a una cumbre empresarial en Kenia y se lo proponemos a Obama como mujeres emergentes. Fue acogido e inmediatamente volví a Colombia y me puse en la tarea de fundar a She Is. De un fracaso salió el mayor éxito (risas). No me arrepiento.