La historia de esta joven, humilde y agraciada mujer inicia en 1996, su joven esposo Armando Blanco fue asesinado, dejando dos niños Felipe y Duván, conocidos como los Blanco, Alicia fue acusada del crimen.
Doña Perfecta, suegra de Alicia la odiaba, ante la muerte de su hijo presumió que había sido secuestrado y asesinado por delincuentes en complicidad de Alicia; con la colaboración del abogado Laurentino Urbina logró llevarla a la cárcel mediante manipulación de pruebas. Mientras permanece en prisión, doña Perfecta aprovecha para quitarle la patria potestad de sus hijos. Alicia abandona la prisión bajo libertad condicional, de inmediato emerge su gran carácter y valor en aras de recuperar sus hijos, se dirige a (Cajicá) en busca de Felipe y Duván.
Doña Perfecta vive en Cajicá, su hermosa mansión se levanta alrededor de árboles centenarios, jardines bellamente fl orecidos, en su interior cuelgan preciosas lámparas; ambiente sobrio pero elegante, al frente el parque principal igualmente con árboles y fl ores que reciben el refrescante frio sabanero, al costado sur oriental luce majestuosa la Parroquia de La Inmaculada Concepción.
El hipotético regreso de Alicia a Cajicá la lleva al pasado 3 de junio de 2022, recogiendo sus pasos transita por la calle 3ª entre carreras 4ª y 5ª, a mitad de cuadra, tropieza con personas luciendo casco, da la sensación que van a lugar peligroso, miran hacia el inmueble número 4-32/34, de repente regresa al pasado, más exactamentea la mansión de su suegra, de vuelta pregunta “¿qué pasa allí y porqué los cascos?”, alguien responde, es una audiencia pública para establecer el estado de conservación del inmueble conocido como “Casa Ospina”, Alicia susurra; “hace 26 años estuve aquí” esto bastó para ser invitada.
Cumplido el protocolo de seguridad, fuimos ingresando, olvidaba decir que hice parte de la diligencia, Alicia no avanzó más de cinco pasos, no aguanto, su grito acompañado de llanto profundo estremeció la casa, casi colapsa, antes de desaparecer manifestó; “no es posible que la bella, hermosa e imponente mansión que conocí, hoy son ruina, desolación y peligro, no soporto este desastre ante mis ojos, parece bombardeada, a punto de desplomarse, el llanto nubla mis ojos, los dejo, Dios quiera la restauren pronto, chao” .
La realidad, efectivamente la audiencia pública se adelantó para verifi car el estado de conservación del inmueble, como hecho sobresaliente cabe “resaltar” la presencia de representantes del propietario el Banco Popular, el estado del inmueble es lamentable, su interior ruinoso y peligroso, se mantiene en pie gracias a los muros limitantes.
Los representantes del Banco sostuvieron que han estado pendiente de las observaciones y recomendaciones de la autoridad municipal, por supuesto como representante de la comunidad, en calidad de coordinador de la Veeduría Ciudadana Patrimonio Natural y Cultural de Cajicá, no compartí lo expresado, dejé constancia ante la inspectora de policía, funcionaria a cargo de la diligencia judicial, además tuvimos el acompañamiento de la Personería Municipal.
Cabe recordar que la Veeduría desde octubre de 2021 solicitó al Banco Popular su intervención para la conservación del bien, tal como se convino en sesión del Concejo Municipal, que a propósito se comprometió adelantar similar labor, hoy no tenemos conocimiento de su gestión. Lo verdaderamente importante es haber logrado la comparecencia del Banco Popular, seguiremos la tarea hasta el fi nal, amigo lector acompáñenos a defender el Patrimonio.
En la medida que avance el proceso, el periódico EL OBSERVADOR y sus espacios en Radio Cajicá Internacional 94.4 F.M. estarán comunicando su avance. Sí le interesó la trama vea “La Viuda de Blanco”
*Hernando Villa A.
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