El canal tradicional juega un papel determinante en el mercado de consumo masivo. Según Tienda Registrada, las tiendas de barrio representan aproximadamente 52% de las ventas del sector, lo cual las convierte en el canal de distribución más importante para las compañías de consumo masivo.
En el informe se menciona que una persona en Colombia gasta alrededor de $5.500 por visita a una tienda común de barrio, por ello, el reto para los tenderos es incrementar el volumen de compradores, el número de visitas (recompra) y/o el valor de compra promedio por cliente.
Todo esto, a través de la inclusión de nuevos productos, la modernización y actualización del sistema de inventarios y lo más importante, entender y satisfacer las necesidades del consumidor. Con la llegada de los establecimientos de distribución minorista, los tenderos han visto amenazada su perdurabilidad, pues los consumidores tienden a preferir precios antes que fidelidad a una marca o a una tienda.
Es una batalla que se debe competir con factores como la buena atención y la variedad de productos y marcas. Ser tendero es uno de los oficios más antiguos y tradicionales del país, que demanda mucho tiempo y dedicación.
Las tiendas de barrio además de estar muy surtidas para obtener mejores resultados deben tener una adecuada exhibición de los productos y esto es algo que muchos tenderos no tienen en cuenta. Las zonas “Calientes” donde la visibilidad de los productos es mayor, debería estar ocupada por aquellos artículos que generen mayor utilidad, sin embargo, los proveedores se pelean por los mejores lugares de exhibición en las tiendas, lo cual muchas veces no favorece al tendero.
Julián Barrera
Consultor en comercio