En un fulgurante discurso (del que trascribimos sus principales apartes) pronunciado en la sede de campaña de la calle 80 con séptima de la capital colombiana, este joven dirigente político propuso la conformación de Bogotá como DISTRITO MAYOR, para solucionar los problemas de planeación, servicios públicos, vivienda, salud, transporte y educación.
Esta campaña de recolección de firmas es para que el ingeniero RODOLFO HERNÁNDEZ, quien como alcalde de Bucaramanga fue el más exitoso del país, se pueda presentar a la Presidencia de la República, con la única alianza, coalición o pacto que importa, y no hablo acá de ningún partido político o grupo empresarial, hablo de la ciudadanía, hablo de las y los colombianos. Rodolfo Hernández es el único candidato independiente a los intereses corruptos de la clase dirigente, es el único candidato independiente a la maquinaria política, es el único candidato que no debe favores económicos, financieros o políticos, es el único candidato que financiará su campaña presidencial con recursos propios para no deberle nada a nadie, es el único candidato que está aliado con el pueblo colombiano y es el único candidato que tiene la capacidad de acabar la corrupción que ha saqueado al país y dejado en la miseria a los colombianos. Es por eso, que es importante recoger firmas para que se pueda presentar como candidato presidencial y podamos rendir homenaje a los millones de colombianos que han sido víctimas mortales de la corrupción y que por culpa de ella hoy no nos acompañan.
Esta campaña de recolección de firmas y posterior campaña electoral debe ser en homenaje a los miles de militares y policías que han muerto a causa de un conflicto armado motivado por el hambre y la necesidad que ha dejado la corrupción. Un homenaje a los más, muchísimos más de 6.492 falsos positivos causados por la corrupción. Tiene que ser por los 8 millones de colombianos que viven en la indigencia, en las calles, pidiendo limosna, también, por la corrupción. Por los más de 20 millones de colombianos que viven en la pobreza, el desempleo y la angustia de no poder llevar a casa un sustento diario, todo esto causado por la corrupción indolente, ¡maldita corrupción indolente!. Esta campaña debe ser un homenaje a los más de 150.000 colombianos que por estos días son víctima, no tanto del COVID, sino de la corrupción que saqueó nuestro precario sistema de salud, que no ha podido y que no puede cumplir con el deber constitucional de proteger la vida y estoy seguro que este sistema de salud corrupto y abusivo producirá mucho más de esas 150.000 muertes, que hasta hoy contamos. Pero, sobre todo, esta campaña debe ser en homenaje y por el futuro de los niños, niñas y adolescentes que no tienen que comer, que son obligados a pedir limosna, a trabajar y abandonar sus estudios y prostituirse, también a causa de la infame corrupción.
Los actores del conflicto armado, los miembros de las bandas criminales, los delincuentes, las y los trabajadores sexuales, fueron niños abandonados por el Estado ayer ¿Qué futuro le espera a los niños, niñas y jóvenes que hoy se encuentran en las calles por el abandono del Estado? Si continuamos así, como dice RODOLFO HERNÁNDEZ, esos niños serán los actores del conflicto armado mañana, entonces ¿Cuándo terminará la guerra en Colombia?
A las aspiraciones del ingeniero RODOLFO HERNÁNDEZ, se han sumado personas provenientes de todos los sectores de la sociedad, de todas las clases sociales, de todas las tendencias políticas. ¿Por qué? Porque sigue vigente aquel postulado de Jorge Eliecer Gaitán, fundador del partido político UNIR: “El hambre no tiene color político, el hambre es pálida como la muerte”; es por esta razón, que la Liga de Gobernantes Anticorrupción va a ser la primera fuerza política del país, porque es un movimiento que entiende que el brindarle alimento a la población, el atender las necesidades sociales, el garantizar el derecho a la salud y el educar a la población, no son responsabilidades de derechas o izquierdas, son obligaciones del Estado que deben ser atendidas por los gobernantes sin importar quién es el destinatario, pues de sobra sabemos que el destinatario siempre será Colombia, la misma Colombia a la que estamos rindiendo homenaje esta noche.
¿¡Qué no se puede hacer!? ¿Cómo se va a hacer? Ya se hizo, ya se hizo en una de las cinco ciudades más importantes del país. Bucaramanga se transformó, cambiaron sus costumbres políticas y hoy la ciudad bonita de Colombia, tiene un futuro distinto al que habían guardado para ella la corrupción y la incapacidad de la clase dominante.
Cada quien da de lo que tiene, en este momento yo podría estar dedicado a los placeres de mi edad, disfrutando de mis 27 años, pero he escuchado la voz de mi país, la voz de esta Colombia adolorida que se ahoga entre la inmundicia de la corrupción, de la violencia, de la desesperanza, y no tengo cosa distinta que ofrecer, que lo más preciado del individuo. Ofrezco entusiasta mi juventud, mis alegrías, ofrezco con amor mi dedicación ¡Ofrezco mi vida para esta causa! Cada quien da de lo que tiene, pregúntese usted, como lo hizo el presidente norteamerica John F. Kennedy ¿Qué ha hecho usted por su país?
Le pido a mis compañeros de causa y especialmente en esta reunión, abrigados por el techo de esta casa de pensamiento, casa de propósitos, sueños, hitos, símbolos, mujeres valientes y pensantes, nombres y hombres, les pido a todos: Permítanme ser la locomotora de arrastre hacia delante, hacia arriba, hacia el futuro, Las más caras y viejas aspiraciones de nuestro pueblo que son la paz, la justicia, la vida, el campo, la naturaleza, los ríos, los mares, son nuestra causa, nuestra causa es Colombia ¡muchas gracias!