En 1971, Cali fue sede de los juegos panamericanos y su infraestructura deportiva sirve hoy para acoger la juventud de América.
Por: Angélica González
El más viejo axioma toma vigencia hoy en la sultana del valle “el deporte vigoriza la raza y hace pueblos sanos y fuertes”, a diferencia de 1971 cuando los Juegos Panamericanos reunieron los mejores exponente del deporte de mayores, estos Juegos Panamericanos Junior, citan a hombres y mujeres, que no pasan de 22 años, por eso es tan importante un evento como este, que le da a la juventud la posibilidad de admirar el palco de los mejores compitiendo en franca lid con la alegría y el entusiasmo propios de esta edad.
Ahí están casi todos los países de América, hermanados por el sudor de sus jóvenes con la mirada puesta en las estrellas, avizorando un futuro mejor; futbol, básquetbol, natación, patinaje, salto alto y más de 30 disciplinas, hacen de nuestra raza un pueblo sano, fuerte y lleno de optimismo. Cali los recibió y acogió para que cada uno de ellas y ellos, mostraran los dotes producto del esfuerzo, la disciplina y el carácter, ¡bien por Cali!, ¡bien por la juventud de América!, ¡bien por el esfuerzo!, pero ante todo, ¡bien por la paz que se construye con igualdad y alegría!