“La ley, como dice Paolo Flores d’ Arcais, es el poder de los que no tienen poder” Desde el fondo del abismo donde nos ha enviado la crisis provocada por el régimen que hoy llega a su fin, surge la voz de este líder caribeño para enviar a los pobres de Colombia un mensaje de esperanza y fe. La posesión de Gustavo Petro más que una simple manifestación, se convirtió en un ritual popular cargado de simbolismo y una marcada actitud de voluntad popular para avanzar. Cuando el presidente cita a Paolo Flores d’ Arcais no hace cosa distinta a comunicar su indeclinable decisión de hacer el cambio que el país urgentemente necesita dentro del marco de la constitución y las leyes de la república, para contrastar con el régimen saliente que botó por la borda el pudor y el decoro y en una feria de negociados, despilfarró el dinero indispensable para la marcha de la nación.
El presidente denuncia que el diez por ciento de la población tiene el setenta por ciento de la riqueza, explica porque Colombia es uno de los tres países más desiguales del mundo y cuando afirma que la igualdad es “Posible si somos capaces de crear riquezas para todos y todas”, nos invita a poner la contribución personal para el beneficio de la nación.
Hace un llamado urgente al Fondo Monetario Internacional y demás organismos de financiamiento multilateral, para que demos una revisada a nuestra deuda externa y veamos como desde el exterior se puede hacer una contribución a la paz total.
Muestra el presidente su vocación integracionista y de unidad regional cuando cita al Libertador. “La unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros”.
Cita a San Martín, Artigas, Sucre y O’ Higgins y destaca como la unidad de América Latina es indispensable para buscar una alianza con el mundo, producto del equilibrio de fuerzas entre las naciones.