Luchador de más de 50 años exhibe con solvencia tres armas fundamentales: infinito amor por la paz, elocuencia y persistencia. "Armas tomar" significa que cada vez que emprende una campaña por la paz, se emplea a fondo sin vacilaciones o disculpas. En algunas oportunidades incomprendido y calumniado, como todos los quijotes que en el mundo sueñan, Álvaro Leyva siempre ha salido airoso de sus permanentes empeños.
El régimen colombiano que finalizó el pasado 7 de agosto, nunca tuvo nobleza o ética para combatir a sus contradictores. Por esa razón, aparecen términos como “narcoguerrilla” y “terrorismo” siempre que han querido desprestigiar a un líder político, relacionándolo con estos defectos sociales para quitarle brillo a sus ideas; Leyva Durán nunca se dejó amilanar por esta lucha asimétrica, por lo que el país lo ha visto trabajar en todos los procesos de paz, de todos los gobiernos y con ese entusiasmo y alegría que adornan su personalidad ha sabido saltar por encima de las dificulta.
Este gobierno del cambio, con el presidente Gustavo Petro a la cabeza, tiene el gran compromiso de devolver al país la esperanza representada en un cambio real de las costumbres políticas y de la forma de gobernar. Si el presidente fracasara en este empeño, sin duda alguna caeríamos en el profundo abismo de la desesperanza repetida y la violencia seguiría inundando los campos y ciudades con la sangre de inocentes, he ahí la responsabilidad del gobierno actual, de cual Álvaro Leyva hace parte y tiene que no abandonar las "armas" que tomó desde el 7 de agosto para llevar al mundo entero y a las organizaciones multinacionales, la nueva imagen de Colombia.
Álvaro Leyva Durán ha demostrado en estos primeros días del nuevo gobierno, su vigoroso empeño para producir el cambio que el país necesita.
Quien ama la paz, ama la vida y los derechos humanos, y por su puesto, será combatido por los negociantes de la guerra que tienen en la muerte su principal fuente de riqueza. Leyva Durán ha demostrado en estos primeros días del nuevo gobierno, su vigoroso empeño, para producir el cambio que el país necesita, por ello ha utilizado con decisión las tres "armas" que a lo largo de su vida ha exhibido, y por estos días agregó una más, la ubicuidad, pues se le ve en todas las reuniones y los eventos, a todas partes llega con propuestas y resultados. Seguramente, de su dinamismo depende en gran medida la positiva imagen del gobierno del Pacto Histórico, para que Colombia esté a la vanguardia en la Integración de la Patria Grande y pueda levantarse en el convulsionado mundo de hoy como -Potencia Mundial de la Vida-.