JÓVENES
¿Estás dispuesto a dejar atrás la superficialidad y a buscar la presencia de Dios en la intimidad?
A través de la Biblia encontramos a un Dios que transciende generaciones, lo podemos ver en Abraham, Isaac, Jacob…, y así sucesivamente. A través de cada generación Dios manifiesta su poder. Dios se revela generacionalmente con el único objetivo de Cumplir su propósito. Todo depende de que cada generación permita y entienda la importancia de una dependencia total en Dios. Pueden levantarse generaciones que amen a Dios, pero también generaciones que no respeten al Todopoderoso.
¿Pero esto de que depende?, depende de lo que cada generación permita lo que Dios quiere hacer con ellas. Existe una generación pionera, luego una segunda generación edificadora y una tercera generación multiplicadora.
En Colombia, los primeros misioneros que llegaron a predicar, fueron esa generación pionera, ellos sembraron la semilla del evangelio con muchas lágrimas, inclusive con sus propias vidas, pero ya con la siguiente generación, es una generación que edifica, que construye, que levanta, pero hoy podemos ver una tercera generación de hijos de cristianos que multiplican, “lo que con lágrimas sembraron, con regocijo segarán”.
En un mundo que valora la apariencia, es fácil perder la vista de lo que realmente es importante, pero como creyentes sabemos que la verdadera esencia de Dios se encuentra en la intimidad y relación personal con Él. El testimonio personal del Pastor Juan Sebastián Rodríguez, es un ejemplo de esto; cierto día apacible de descanso, y en un descuido momentáneo, su pequeño hijo Jett, se ahogó en una piscina y estuvo clínicamente muerto durante siete minutos. Pero gracias a la intervención de Dios, Jett volvió a la vida y hoy es un niño saludable y lleno de vida.
En la Palabra de Dios encontramos un principio importante para encontrar la esencia de Dios. En Mateo 6: 5-15, Jesús nos enseña a orar en secreto y a buscar la presencia de Dios en la intimidad. “Cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en público”.
En la era de la ilustración y la reforma, los grandes avivadores predicaban durante horas y animaban a sus congregaciones a meditar en la Palabra de Dios durante la semana. Hoy en día, necesitamos volver a la Palabra de Dios y a la intimidad con Él. Necesitamos cerrar la puerta de nuestro aposento, de nuestra habitación y buscar íntimamente la presencia de Dios en lo secreto, necesitamos volver a la esencia de la adoración y vivir una vida agradable ante los ojos del Señor, es necesario cerrar la puerta. Cuando tu cierras la puerta, entramos directamente a la presencia del Dios vivo. En el libro de Daniel encontramos la expresión: “Daniel, no temas, porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus oraciones”.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. (2 Corintios 13:14) En este artículo, El Pastor Juan Sebastián nos invita a reflexionar sobre la importancia de cerrar la puerta a toda distracción y buscar íntimamente la presencia de Dios en nuestra vida. Por medio de su testimonio personal y la Palabra, nos muestra cómopodemos sumergirnos en la esencia del Señor y tener una vida conforme a su Palabra.