Pese a los constantes aumentos en el salario, ciudadanos dicen que no alcanza ni para un kilo de carne.
“La situación está horrible y no creo que mejore”, fueron las palabras que le dijo Rosalba Araque a su hijo Jhon Robledo, radicado en Barranquilla hace tres años tras salir de Venezuela. Las respuestas sobre la situación del país son similares a cualquiera que se le pregunte. Y no es para menos. De acuerdo con datos del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda), antes del cambio monetario de este año una familia requería de 100 salarios mínimos para cubrir sus gastos en alimentación, y ahora necesita 11,63 ingresos para costear la canasta básica.
La última medición que realizó el Cenda se hizo cuando el mínimo, con el bono de alimentación, estaba en 1.800 bolívares soberanos (US$11,78). El último incremento que realizó el gobierno de Nicolás Maduro fue en noviembre previo a estrenar la nueva moneda. Sin embargo, pese a los incrementos, Araque dice que los ingresos no alcanzan ni para un kilo de carne.
“El kilo de carne estaba en 3,7 millones de bolívares soberanos (US$46,2) y un kilo de pollo estaba en dos millones de bolívares (US$24,9). La comida se consigue, cara, pero se consigue. A los abastos llega de vez en cuando o sino toca bachaqueo”, expresó esta madre venezolana, previo al cambio de la moneda.
Este último término hace referencia a las personas que compran productos a precios regulados (subsidiados) para venderlos a mayor precio. Lo anterior es cada vez más común, pues los supermercados están cada vez más vacíos y la comida más escasa. Este tipo de comercio también ha llegado a Colombia, ya que exportan comida al país para aprovechar el cambio de divisa.
Belkis Elena Lozano, una de los millones de afectados por la crisis en Venezuela, contó que para comer bien toca “rebuscarse”. “Con un sueldo no comes bien. Te alcanza para comer verduras y muchos días de hambre. Sí se puede conseguir comida, pero todo está a sobreprecio. La comida más difícil de conseguir es la leche en polvo y la carne es la más cara”, explicó Lozano desde Caracas.
La situación que vive actualmente Venezuela es la peor de los últimos 20 años. Según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de Venezuela (Encovi), 87% de su población se encuentra en escenarios de pobreza.
La mala gestión económica ha llevado a los venezolanos a convivir con una continua hiperinflación lo que ha provocado escasez de los alimentos básicos, la pérdida del poder adquisitivo de las familias y la reducción del tamaño de la actividad empresarial.
Una de las medidas que ha tomado el gobierno venezolano ha sido incrementar periódicamente el salario mínimo, decisión que se tomó desde el inicio de la llamada Revolución Bolivariana en 1998. Desde ese año hasta noviembre, se ha subido el salario mínimo más de 40 veces. En enero de 1998, equivalía a 75 bolívares fuertes (75.000 bolívares viejos) y el ticket de alimentación, a 85 bolívares fuertes. Para ese mismo año la inflación era de 36%. Hoy la tasa anual de Venezuela se calcula en 1.370.000% según el FMI.
En abril, el poder adquisitivo del salario del venezolano cayó al nivel más bajo en los últimos 20 años. Con el mínimo de 392.646 bolívares fuertes (US$4,90 de ese momento), sin el bono, solo se podía adquirir 1% de la canasta familiar.
Desde diciembre de 2012, el poder adquisitivo comparado con la canasta familiar ha ido en picada. En los últimos tres años pasó de ser de dos dígitos a uno. Por ejemplo, en diciembre de 2015 con el salario base se podía acceder a 16,4% de la canasta. Luego, en 2016, bajó a 6,1%. A finales de 2017, llegó a 2,2% y en abril de este año a 1%.
Contrario a esto, fueron los primeros años del inicio del gobierno de Hugo Chávez, cuando el salario mínimo representaba 44% de la canasta familiar. Su punto más alto fue en diciembre de 2000, año en el que alcanzó casi 70%. Esto se explica por el aumento del poder adquisitivo que vivían las personas del país y por la bonanza petrolera de la época.
Lo que sube la canasta
“Nos tocó vivir de la tierra y comer yuca todos los días. En esos momentos de crisis te das cuenta de que hay que agradecer por tener lo básico”, expresó Wilmer Méndez, venezolano que llegó a Colombia hace poco más de un año. La canasta básica en Venezuela que mide el Cenda tiene 60 productos de consumo básicos y 15 artículos de aseo personal. También incluye vivienda, servicios públicos, educación, vestido y calzado.
En este sentido, la Canasta Básica de Alimentos, Bienes y Servicios de octubre tuvo un costo de 52.322,32 bolívares soberanos (US$342,55), presentando una variación intermensual de 700%, es decir 45.782,32 bolívares (US$299,7) más cara que en julio. Todos los grupos registraron alzas significativas y ha sido así durante todo el año. Los artículos de salud aumentaron 339,1% en comparación con el mes anterior. El rubro de vestido y calzado subió 173% y los artículos de higiene personal y limpieza del hogar variaron 45%.
El Cenda también registró que los alimentos subieron 72,3%, mientras que el alquiler de vivienda aumentó 57,9% y el de la educación se encareció 18,7%.
Douglas Barrios, economista de la Universidad de Harvard, señaló que la situación es “aún más crítica” debido a que, en el último mes, se ha acelerado el cierre de empresas y la reducción de operaciones, por lo que el desempleo y la informalidad “probablemente hayan aumentado de forma significativa”, disminuyendo así el alcance de la medida de aumento salarial.