Crisis en el sector financiero de venezuela, otra de las consecuencias del régimen.
Las finanzas en Venezuela no solo se han visto afectadas por una hiperinflación que ha alcanzado 200.000%, sino también por la situación del sector bancario, que según datos de Felaban, recogidos por Reuters a finales del año pasado, solo prestaban US$13 por persona, a la tasa de cambio de ese momento, marcando el nivel más bajo entre los países de América Latina.
Los bancos también se han visto afectados por la gestión económica del chavismo hasta el punto que, según los cálculos de la agencia de noticias, el total de la banca venezolana es más pequeño que una entidad financiera de República Dominicana.
Es tal el panorama que el valor de las 31 entidades financieras en ese país solo ascendía a US$40 millones, según la tasa de cambio oficial de finales del año pasado. Y, pese a que las entidades financieras ganaron 115% en proporción a su patrimonio en 2017, el crecimiento es ínfimo al compararlo con el alza de la inflación.
El director de investigaciones económicas de Ultraserfinco, Diego Camacho, mencionó que uno de los factores que ha provocado la inoperancia e inestabilidad del sistema financiero en Venezuela es la captura del Banco Central por parte del Gobierno, que lo ha tomado como “instrumento político” y una “caja menor”. “Hay una estatización de la economía que no es compatible con un sistema financiero independiente, robusto, fuerte y con capacidad de crecimiento”, añadió.
Otra de las consecuencias de la inoperancia del sistema financiero en Venezuela es que, según estimaciones de Reuters, los bancos apenas pueden prestar 28% de los bolívares que manejan internamente. Hace tres años, la banca prestaba 59% de sus depósitos oficiales y el volumen de la cartera de créditos era de US$100 por cada venezolano.
Las medidas del chavismo también han derivado en una fuerte injerencia en los bancos del país, pues en la última década ha expropiado a cuatro instituciones bancarias e intervenido a otras 12. El caso más reciente es el de Banesco, uno de los bancos más grandes, en el que el gobierno de Nicolás Maduro puso la mira en mayo durante un lapso de 90 días, además de arrestar a 11 de sus directivos.
Los casos más recordados se dieron en noviembre de 2009, cuando el gobierno de Hugo Chávez expropió a los bancos Banpro, Bolívar Banco, Banco Confederado y Banco Canarias. El mandatario justificó sus decisiones al mencionar que buscaba “garantizar la estabilidad en el país y “proteger a sus ciudadanos”.
El economista de Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas, destacó que el manejo del efectivo en Venezuela ha adquirido “matices dramáticos”, sobre todo en sectores más pobres donde es el medio predilecto de pago. Ello debido a que el descuento informal de precios por pagos en efectivos, respecto a los enfrentados con pagos electrónicos, son considerables, factor que abarata el consumo de los estratos de menores ingresos.
“La falta de efectivo se vincula con la imposibilidad del BCV por fabricar los billetes internamente y por el mayor costo de su importación impuesta por la escasez de divisas”, aseguró Bárcenas. Según Fitch Ratings, el sistema bancario venezolano tiene una calificación de CC, con la que advierte sobre su vulnerabilidad y los niveles altos del riesgo crediticio.