Si hacemos una reconstrucción histórica, y en torno a esta, las diferentes perspectivas de los actores interesados y afectados, deberíamos empezar por preguntar y aclarar qué significa la reserva para ellos, qué importancia tiene a presente y a futuro, para conocer un poco cómo perciben los proyectos de transformación del espacio, situación que no le han aclarado a la ciudadanía.
Peñalosa radicó el 2 de abril de 2018 en la CAR tres propuestas sobre la Reserva Thomas Van Der Hammen. Una era para cambiarle la categoría de productora a protectora, con lo que pretendían que su conservación fuera efectiva. Otra era para modificar los límites (realinderación), con la idea de excluir 491 hectáreas y meter 805 nuevas, lo que a su vez le permitiría a la Alcaldía de entonces contar con el suelo que decía necesitar para construir unas 350 mil viviendas. Y la otra era para sustraer de la Reserva 104 hectáreas, con el objetivo de que se pudieran extender 12 vías que actualmente chocan con los límites de esa zona y que Peñalosa quería y quiere construir disque para desembotellar la ciudad en el norte.
En medio de la discusión sobre esa propuesta en el Consejo Directivo de la CAR, el gobernador pidió más estudios y un proceso más largo: Desde un comienzo, en el Consejo Directivo de la CAR surgió la inquietud sobre cómo proceder ante las solicitudes de recategorización y realinderación, ya que, a diferencia de lo que ocurre con la sustracción, no contaban con un procedimiento definido para tramitarlas. Éste le respondió el 19 de junio, todavía durante el gobierno de Juan Manuel Santos, admitiendo que la resolución, efectivamente, “no establecía un procedimiento específico” para llevar a cabo la realinderación y recategorización, pero que el Consejo Directivo podía aplicar los mismos términos de un derecho de petición.
Es decir: 15 días hábiles. En ese momento Jorge Rey dijo taxativamente que “No iba a hacer algo así (decidir en tan poco tiempo) cuando llevaban más de 10 años en un debate intenso sobre lo que significa la importancia estratégica de la Van Der Hammen”. Rey también le pidió definir una estrategia de participación de la gente que incluyera la conformación de una mesa con científicos, líderes y gente de la comunidad; visitas a la Reserva, foros de expertos, aplicación de una encuesta, talleres, entre otros. Ahora, ante la insistencia del alcalde Galán por intervenir la reserva, se interpuso una demanda ante el Consejo de Estado por parte del Ministerio del Ambiente, para tratar de proteger esta zona tan importante para Bogotá y Cundinamarca.